Dar en arrendamiento

Frente a la perspectiva  de poner en renta su casa, su departamento en condominio, alguna oficina, algún local comercial o cualquier otro tipo de propiedad inmobiliaria, el propietario tiene ya en mente la imagen y el perfil del inquilino ideal que habrá de ocuparla; aquel que no le dará problemas, que será puntual para pagar la renta, cuidadoso del inmueble, razonable ante los indispensables aumentos anuales. Un inquilino con quien todo sea en un ambiente de equidad y cordialidad.

En virtud de la numerosa población en nuestra Ciudad de México y del insuficiente (inventario) Parque Inmobiliario, cuando se ofrece un inmueble en arrendamiento generalmente surgen muchos interesados; sinceramente podemos decir que para encontrar un interesado en tomar en arrendamiento un inmueble, el propietario no necesita de los servicios de una firma inmobiliaria. El problema para ese propietario es tener el suficiente tiempo y los conocimientos para: a) realizar y evaluar la promoción de la propiedad, b) organizar y atender la multitud de llamadas y citas con los numerosos interesados, c) investigar a todos los solicitantes (ingresos económicos, antecedentes de juicios: por tarjetas de crédito, por hipotecas, por arrendamientos anteriores, etc.), d) investigar a todos los fiadores (situación jurídica de los inmuebles de los fiadores en el Registro Público de la Propiedad, avalúos-en-gabinete de todos esos inmuebles, antecedentes de juicios de los fiadores, etc.), e) tener la paciencia para atender las numerosas llamadas telefónicas y visitas a la casa y oficina del propietario por parte de los inquilinos interesados, insistiendo y muchas veces exigiendo, en que se les rente a ellos el inmueble, f) negociar con los diversos candidatos más convenientes, g) elaborar el importantísimo contrato de arrendamiento, y h) hacer el detallado inventario del inmueble y su cuidadosa y fundamental “Acta de Entrega”. Como decíamos, la dificultad no está en encontrar interesados en arrendar, sino en atenderlos, seleccionarlos, investigarlos y contratarlos.

El problema que existe y persiste es que los buenos inquilinos no abundan, y encontrar alguno es tarea que se ha convertido en técnica y práctica profesionales.

Es probable que usted ya nos conozca o que haya oído hablar de nosotros. En Del Valle Ferrari y Asociados, hacemos un exhaustivo análisis de los posibles inquilinos y fiadores y, dada nuestra experiencia y especialización, podemos averiguar y saber oportunamente quién puede ser un mal inquilino y, claro, también quién puede ser un buen inquilino.